Esa noche, en lo profundo del desierto, dos beduinos, uno creyente y otro incrédulo, presenciaron un suceso extraordinario: a su lado derecho estaba un pedazo de luna y al izquierdo, otro pedazo de Luna. Esta se había partido en dos partes. Quedaron asombrados. El creyente se prosternó en la arena, alabó y glorifico a Allah por tal prodigio, él sabía que era un signo del Creador. Y recitó: “No hay fuerza ni poder más que en Allah”
Por su parte, el incrédulo perturbado, corría de un lado al otro, gritando, “esto es magia poderosa”, estoy hechizado, estoy hechizado… y clamo a tal o cual ídolo que le deshiciera el hechizo. Cerraba sus ojos, y los volvía abrir, sin ningún resultado…,en el cielo seguían dos Lunas. Desesperado lleno la cuenca de sus ojos con arena hasta que no pudo ver. Entonces exclamó. ¡Se ha deshecho el hechizo, se ha deshecho el hechizo, ya no veo las luna, no veo nada…¡.
El beduino creyente. Se dijo para sí mismo, Cuan insensato es el hombre, se hace daño y se quita la vista con tal de no reconocer la grandeza de Allah. *
*“El Día del Juicio está próximo, y [como señal de ello] la Luna se partió en dos [cuando los incrédulos de La Meca le pidieron al Profeta Muhámmad un milagro]” (Corán 54:1)
“Pero cuando contemplaron dicho signo, se rehusaron a creer y dijeron: Esto es magia poderosa. Desmintieron [ la Verdad ] y siguieron sus pasiones. Y sabed que la fe de los hombres [y su destino] ya ha sido decretada.” (Corán 54:2-3)
martes, 3 de agosto de 2010
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