ALLAH ME ES SUFICIENTE
“En el nombre de Allah, El Clemente, El Misericordioso”
Antonio Al Saladin, musulmán de estas tierras, vivía en lejano poblado a la orilla de un riachuelo.
Aconteció que con las lluvias el riachuelo aumento su caudal y se desbordó, arrasándolo todo a su paso; afortunadamente no hubo víctimas, pero las casuchas, los pocos animales, las cosechas y todo cuanto poseían sus moradores desapareció.
Todos, excepto Al Saladin, lloraban, maldecían y la tristeza y desesperación los invadía. Además de las imprecaciones que lanzaban, se decían unos a otros,
“De nada nos ha servido ser devotos de la virgen y de los santos”
“Ahora que vamos a hacer, todo lo hemos perdido, no tenemos dinero para irnos a otro lugar, ni casa ni bienes”…
Por su parte, Al Saladin y su familia, se apartaron del grupo, buscaron agua limpia, hicieron su limpieza ritual y en un pequeño lugar seco, cumplieron con el salat- Oración- , alabando a Allah, el Dios único, Creador del Universo y de todo cuanto existe. También suplicaron por su situación y la de sus vecinos:
“¡Oh, Allah! Hacia Tí elevamos nuestras súplicas, te rogamos humildemente que soluciones nuestros problemas. Y nos damos cuenta que al invocar tu Santo Nombre, los corazones se sosiegan, la mente se tranquiliza, la certeza y coraje se afirma producto de la fe y esperanza en Ti. “
Al Saladin recordó, también, la palabra de Allah en El Sagrado Corán:
“No sucede ninguna desgracia en la Tierra ni os azota a vosotros mismos adversidad alguna sin que esté registrada en un libro [la Tabla Protegida] antes de que acontezca”.
“Diles: No nos acontecerá salvo lo que Allah haya decretado para nosotros”.
Sus vecinos quedaron desconcertados, como podía ese hombre y su familia, estar tranquilo y, además, alabar a su Dios, como si nada hubiera sucedido y se preguntaban:
¿Por qué no culpa a su Dios de la desgracia que nos golpea? ¿Por qué no se queja ante su Dios? Lo que hace es alabarlo y suplicarle…
Y dijeron:
“Mira como estamos, arruinados y sin un techo ni nada que comer, ni con que trabajar, Dios y los Santos nos han abandonado…”
Al Saladin, les respondió:
“Allah es Fuente de la Sutileza, Socorro, Beneficio. “Toda gracia que os alcance proviene de Allah”.
Y “No nos acontecerá salvo lo que Allah haya decretado para nosotros”.
Y les dijo, “Yo me iré a otro lugar a comenzar de nuevo y sí Allah lo permite, la fortuna me será grata”
Sus vecinos le gritaron:
“Además de iluso, creyendo que Dios te va solucionar tus problemas, eres insensato, no ves que si te vas, pierdes las ayudas del gobierno y de las gentes caritativas… Esa es nuestra única solución y la salvación, sin esas ayudas estamos perdidos.
A lo que Al Saladin, les recitó:
“No iré jamás en busca de la ayuda y de la asistencia de las criaturas. Me apoyaré en Dios- Allah- y recurriré a la energía y a las capacidades que han sido depositadas en mi ser. Le pido a Él que me conceda el éxito en aquello que emprenda y me preserve de la necesidad.”
Y “Ayudamos a quienquiera que nos pida ayuda, pero Allah –Dios- eliminará la necesidad de quien disimule la dificultad y se abstenga de tender la mano ante una criatura".”
Y cogidos de la mano, El y su familia, emprendieron camino a otras tierras y repetían una y otra vez:
“Me es suficiente con Allah y Él es el mejor protector”
“Me es suficiente con Allah y Él es el mejor protector”
“Me es suficiente con Allah y Él es el mejor protector”